Imagina por un momento que estás conduciendo a una presentación importante cuando de repente se cruza un auto por tu camino y por poco te salvas de un accidente de tráfico. En consecuencia, obtienes una respuesta de lucha huida; tus latidos se aceleran, tus músculos se tensan, y hormonas de estrés inundan tu sistema.
Sabes que necesitas volver a tu estado físico y mental carismático cuanto antes para tu presentación. Tienes unos minutos pero no puedes sacar ese incidente de tu mente.
Podrías intentar suprimir el enojo, pero está demostrado que cuando lo haces, tu experiencia interna permanece sin cambio alguno.
Qué pasaría si por alguna casualidad te enteras que este conductor irresponsable tenía a su bebe ahogándose en el asiento trasero y todo lo que podía hacer para salvarle la vida era avanzar. ¿Esto no aliviaría tu malestar? Para la mayoría lo haría.
El término científico para esta técnica es “reencuadre cognitivo (cognitive reframing)”: Decidir cambiar tu creencia acerca de lo que acaba de suceder reduce efectivamente el estrés del cerebro.
En la mayoría de situaciones de la vida, nunca descubrirás si fue un conductor idiota o una madre en aprietos. Así que te conviene mejor elegir aquella realidad que te coloca en el estado mental más útil.
A esto se le llama “reescribir la realidad”: Elige la versión de realidad que te devuelva el estado carismático que necesitas en ese momento. Ahora solo colócalo en práctica con pequeñas cosas. Con el pasar del tiempo podrás elevar esta práctica a situaciones más grandes. Y cuando menos lo esperes, estarás reinterpretando cada situación siempre a tu favor. Empezarás a vivir una vida libre de emociones que solo retrasan tu progreso.
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