1. No pontifiques. Si quieres declarar tu opinión sin ninguna chance de réplica, discusión, aportación o crecimiento, no estás en una conversación. Mejor asume que tienes algo que aprender. Toda persona sabe algo que tú no. Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esta persona? Así despertarás tu interés genuino por los demás.
2. No equipares tus experiencias con la de ellos. Si te cuenta acerca de cuánto odia su trabajo, no hables de cuánto tu odias el tuyo. Nunca es lo mismo. Todas las experiencias son individuales. Las conversaciones no son una oportunidad para promocionarte. Haz brillar a otros en tu presencia y te amarán por esto.
3. Presta atención. No hay razón para aprender a prestar atención si de hecho, prestas atención. Evita en lo posible usar técnicas de escucha tan solo para enmascarar el hecho de que no quieres estar ahí. Si es este el caso, abandona la conversación. Y si inevitablemente tienes que escuchar a tu jefe, nuevamente pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esta persona?
En una interacción, tú eres un proveedor de buenas emociones.
Te invito a enterarte más sobre el tema en mi video: "Cómo hablar y escuchar mejor"
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