Newsletter de Coaching
Por Qué Nunca te Sientes Pleno Cuando Alcanzas tu Meta
¡Hola!
¿Qué es lo que más quisieras en este momento?
Tal vez te gustaría comprar un nuevo auto. Tal vez quisieras dejar ese trabajo que no te gusta para seguir tu verdadera pasión; O quizá quieres comprar tu propia casa.
Metas como estas nos impulsan a mejorar nuestras vidas. Pero tengo una mala noticia para ti. Conseguir las cosas que siempre has querido no te hará feliz. O, al menos, no tanto como esperas.
En estos párrafos también aprenderás:
Por qué estamos programados para adaptarnos a lo malo y lo bueno de la vida.
Por qué perder tu celular nunca es tan malo como parece.
Por qué no es necesario sacrificar tus metas para ser más feliz.
La euforia luego de alcanzar una meta tiene una vida útil.
Esto quiere decir que, sin importar que tan grande sea la meta que estás persiguiendo en el momento. Quizá alcanzar los 100 mil suscriptores en una red social, haber conquistado a la chica de tus sueños o ganar más dinero del que estarías acostumbrado. No interesa. Eventualmente, te acostumbrarás y empezará a sentirse normal.
El problema ocurre cuando creemos que estas metas durarán más tiempo de esa vida útil y que las cosas realmente cambiarán cuando llegues a esa meta. Cuando pensamos en esa ilusión es cuando nos decepcionamos al momento de alcanzar la cima. Por eso el truco está en tener siempre presente que este sentimiento se desvanecerá.
Esto se debe a la aceptación hedonista. Estamos programados para adaptarnos a las diversas circunstancias de la vida. Sin importar si estas son positivas o negativas.
Te invito a recordar aquella ocasión en donde alcanzamos una meta importante para ti. Algo que te costó mucho tiempo obtener. Te invito a que recuerdes esas ocasiones en donde tuviste esos altos para que, luego, recuerdes en qué momento te adaptaste ¿Cuánto tiempo pasó antes de que te acostumbrarás a la sensación de esa pequeña o gran victoria? Eso mismo sucederá con cualquier logro que te programes en adelante. Es inevitable.
El problema es cuando nos aferramos a esa emoción y queremos que dure más tiempo de lo que debería durar. Pero debes tener algo muy presente.
La aceptación hedonista es positiva y negativa a la vez.
Es positiva porque nos permite recuperarnos de una pérdida o decepción. Esta es la razón por la cual te sientes mal cuando pierdes tu celular, pero te sientes mejor cuando compras uno nuevo y de mejor calidad.
Pero también es negativa porque empaña el brillo de nuestro éxito. Esta es la razón por la cual los ganadores de la lotería suelen volver a los niveles de felicidad que solían tener antes de ganar la lotería.
Es decir, que si ya no eras feliz antes de ganar tanto dinero, no lo serás luego de que esa euforia inicial llegue a su vida útil. Es por eso que es tan importante trabajar en cosas que te entregarán verdadera felicidad interna antes de estar buscándola en cosas externas o metas superficiales.
Por eso, si lo que buscas es verdadera felicidad, intenta ser feliz con lo poco que tienes, con lo poco que haces, mientras persigues esas metas que tanto quieres conseguir. Allí es donde radica la verdadera felicidad. Trabajar en la felicidad es una habilidad antes que un evento en el tiempo.
Pero, si bien no podemos escapar de este fenómeno, si podemos frenar sus efectos negativos.
5 formas de frenar la aceptación hedonista negativa
1. Compra menos cosas
En vez de eso, empieza a invertir en experiencias. En vez de comprar ese nuevo iPhone que, muy probablemente, no estés necesitando, contempla tener un viaje con tus amigos o tener un viaje solo. No interesa, lo importante es que tengas más experiencias que te traigan buenos recuerdos. Imagina tener esa conversación con un familiar o ese mejor amigo que no veías hace bastante tiempo. Si recapitulas los mejores momentos de tu vida, tienen que ver con personas.
2. Reduce la velocidad y saborea las cosas pequeñas.
Almuerza y disfruta cada bocado en vez de revisar tu celular mientras comes.
3. Cambia de perspectiva.
Date cuenta de lo que tienes ahora, aquí en el presente. Muchas veces, por perseguir esas metas ambiciosas más adelante en el futuro, nos olvidamos de todo lo demás que verdaderamente nos hará felices. Y ese es el problema. Es por eso que, cuando alcanzamos una meta y no obtenemos la felicidad que pensábamos que obtendríamos, nos decepcionamos, nos frustramos y miramos atrás pensando que pudimos haber prestado más atención a esa pareja, que pudimos haber invertido más tiempo saliendo con amigos, que pudimos ir a ese evento en vez de haber sacrificado tanto. Entonces, practica estar en el presente con mayor frecuencia. Práctica estar ahí con las cosas que realmente importan y verás que cualquier meta, por más grande que sea o más adelante en el futuro que esté, será muchísimo más gratificante de obtener luego de haberte percatado que lo más importante siempre estuvo aquí.
4. Haz de la gratitud un hábito.
Consigue un diario de gratitud o usa una aplicación de notas. Así puedes concentrarte en la felicidad que tienes justo al frente de ti, en lugar de lo que puede, o no, estar en el próximo horizonte.
5. Establece rutinas de meditación y de ejercicios físicos en conjunto para tus mañanas.
Esto hará una diferencia abismal en tu performance, en tu productividad. Te sentirás increíble. Afecta realmente tu nivel de felicidad, te dará un estado mental que nada lo puede comparar. Y te sentirás tan bien para enfrentar los problemas del día a día y para alcanzar esas metas que todos estamos persiguiendo. La idea es que lo hagas en el estado de felicidad más grande que puedas encontrar y me parece que esta última recomendación es la más importante de todas.
Repasemos
La euforia luego de alcanzar una meta siempre tendrá una vida útil. Todo llegará a la normalidad luego de unos cuantos días o semanas de haber alcanzado ese logro. Así que, ten esto en cuenta para que no se convierta en una decepción.
La aceptación hedonista puede ser tanto positiva como negativa. Pero al fin de cuentas, la felicidad siempre debe venir de adentro en vez de afuera. Esto te ayudará enormemente a perseguir tus metas con mayor paz y tranquilidad.
Podemos tomar acción para mitigar los efectos negativos de la aceptación hedonista. Uno de estos, y en mi opinión, uno de los más efectivos, es usar técnicas o rutinas de meditación en conjunto con ejercicios físicos durante tus mañanas. Esto realmente hará una diferencia en tu día a día.
Acción de la semana
Implementa una rutina para tus mañanas. Esta puede ser meditar o hacer ejercicio físico. Cualquiera de los dos mejorará tu estado mental y físico a lo largo del día. Mejor aún si son los dos a la vez.
Así que, espero que todo esto te haya servido. Recuerda que puedes hacer clic debajo para que separes tu llamada gratuita de 10 minutos conmigo para enseñarte mis 3 especialidades en coaching: hábitos, productividad avanzada y habilidades con personas. Separa tu llamada para que pueda conocer tu situación y enterarte cómo puedo ayudarte.
Y, como siempre, recuerda que eres una persona increíble y que te veré en el próximo newsletter.
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Eres increíble,
Matías Yabar-Dávila
Empresario, Coach De Vida y De Alto Rendimiento
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