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3 Cualidades para Obtener el Respeto que te Mereces
Hace poco me terminé la última temporada de Peaky Blinders y sentí que ya era hora de escribir algo sobre Thomas Shelby.
Y ya he hablado de él sobre una de sus cualidades más notorias: su capacidad para mantener el enfoque, compostura y claridad bajo situaciones de inmensa presión.
Así que hoy iremos más allá. Si bien no puedes imitar a “Tommy” en todos sus aspectos (a menos que quieras irte preso por crimen organizado), existen algunas características que puedes copiar de él para inspirar respeto en todas las áreas de tu vida, sin importar a lo que te dediques.
Así que quédate conmigo porque te mostraré 3 cualidades que debes desarrollar para obtener el respeto que te mereces y transmitir extrema confianza donde vayas. Te recomiendo leer este artículo una y otra vez porque te enseñaré cómo lograr cada una de ellas (y no te preocupes, no te voy a spoilear la última temporada).
Vamos con la primera:
1. Cultiva una personalidad no reactiva
Aquí te muestras confiado en tu habilidad de hacerte cargo de lo que sea que esté pasando, incluso si te encuentras en desventaja.
Mostrarte tranquilo en situaciones de tensión es una forma sencilla de inspirar respeto en tu vida diaria, pero ¿Cómo empiezas a mantener la calma? Es simple: retrasa las respuestas.
Imagina que estás leyendo tranquilamente en casa. Tu teléfono comienza a sonar e instintivamente saltas de tu silla a contestar la llamada.
En un abrir y cerrar de ojos, acabas de pasar de un estado mental de tranquilidad a uno de inquietud ¿Y quién puede culparte? El sonido de tu celular es una de las tantas señales que has aprendido a obedecer. Pero, si lo piensas bien, no tienes por qué contestar el teléfono; fácilmente lo podrías ignorar.
Y aquí va mi primera recomendación: empieza a evitar las diferentes campanas que suenan a tu alrededor. Con esto me refiero a todos los estímulos disruptivos que rodean tu entorno. Estas campanas son cosas a las que hemos sido condicionados para responder por pura fuerza de hábito y, por eso mismo, podemos dejar de hacerlo.
Y la mejor forma de superar estas respuestas condicionadas que te sacan de tu estado de tranquilidad es retrasando la respuesta, por ejemplo, contando hasta tres antes de contestar el teléfono.
En el caso de Tommy Shelby, tomarse un tiempo luego de una declaratoria de guerra con un capo de la mafia como lo es Luca Changretta (esto es de la temporada 4 así que no hay spoiler); procesar mejor lo que está pasando y dar una respuesta elegante ante lo inevitable:
“Bienvenido a Birmingham, Mr. Changretta”.
La clave de retrasar la respuesta está en mostrarte sereno y con tiempo para reaccionar de acuerdo a la razón y no a la emoción del momento.
Y, por último, aquí va mi segunda recomendación: adopta poses de poder.
Nuestro cuerpo y nuestra mente están conectados. Por eso, cuando nuestro lenguaje corporal y postura se contraen, nuestros sentimientos siguen su ejemplo y nos volvemos impotentes, ansiosos y reactivos.
La buena noticia es que podemos volver a encarrilarnos adoptando posturas fuertes y poses poderosas. Al hacerlo, nuestro estado mental también se volverá más seguro. Esto es especialmente importante para tratar de comunicarte de manera convincente y proyectar respeto a través de un lenguaje corporal controlado y medido.
Así que lo único que debes hacer es programar recordatorios con tu celular para que comiences a entrenarte en vigilar tu postura (de paso te aseguras de no encorvarte cuando estás sentado en la oficina). Adoptar una pose de poder es más efectivo cuando se convierte en una rutina diaria, así que convierte tu teléfono en tu aliado.
Vamos por la siguiente:
2. Aprovecha la escasez para incrementar tu valor
Si vienes leyendo mi contenido sabrás que uno de los principios de persuasión más efectivos es la escasez, ya que vemos a las personas como más valiosas si su disponibilidad es limitada.
Por eso, si no estás demasiado disponible durante tus interacciones, te volverás más deseable e incrementarás tu valor. Thomas Shelby, por ejemplo, siempre está señalando de manera subconsciente que los demás deben trabajar por su atención; y esto lo logra a través de su presencia y su limitada exposición:
Da la imagen de una persona que invierte su tiempo en perseguir sus metas y ambiciones; y eso hace que los demás no quieran perderse la oportunidad de estar cerca de él: saben que no estará siempre disponible.
Y aquí viene mi tercera recomendación: define tus principios y valores y vive de acuerdo a ellos. Te recomiendo que lo hagas por escrito y lo tengas presente siempre. Así nunca estarás dispuesto a aceptar algo menos que tus propios estándares y te harás más interesante y respetado.
Esa es justamente la definición de lo que conocemos como una persona chévere o cool: aquel o aquella que causa que los demás quieran destacar para captar su atención.
Continuemos. Y ahora que definiste tus principios y valores no te quedes en la teoría, ponlo en práctica. Y para ello:
3. Cultiva una mentalidad de artesano
Se trata de volverse tan bueno en algo que no puedan ignorarte, independientemente de lo que hagas para ganarte la vida (porque obviamente no vas a ser líder de una banda criminal como Tommy).
Así que, no te centres en hacer lo que amas; aprende a amar lo que haces, adquiriendo dominio, autonomía y afinidad para amarlo aún más; como un artesano comprometido con su trabajo. Practica duro y sal de tu zona de confort. Esto es lo que realmente te entregará confianza; es decir, un historial de expectativas satisfechas que podrás poner sobre la mesa para hacerte respetar al instante.
La clave aquí es que terminamos amando lo que hacemos porque nos hacemos buenos en eso. Y el mejor método para lograrlo (y aquí mi última recomendación) es la práctica deliberada.
Un proceso enfocado en la mejora y la innovación, lo que te impulsará hacia la perfección en lo que quieras lograr. Déjame presentarlo en 2 niveles:
El primero es la práctica con propósito. Aquí tenemos 4 fases:
El primero es la meta específica: digamos, por ejemplo, que quiero aprender a mantener la calma bajo presión. Muy bien.
El segundo es el enfoque intenso: haz un calendario e identifica el tiempo y el espacio para poder practicar sin distracción y enfocado al 100%.
El tercero es la retroalimentación inmediata: Esto significa tener un feedback; puede ser una aplicación, un amigo cercano que evalúe tu compostura en momentos de estrés o un coach que te haga seguimiento personalizado.
El cuarto, y más importante, es la incomodidad constante: significa exponerse ante los obstáculos con el objetivo de seguir perfeccionando la habilidad. Recuerda, se trata de salir de tu zona de confort.
Y ahora ¿Cuándo salimos de la práctica con propósito y pasamos realmente a la práctica deliberada? Cuando conseguimos un coaching experto: alguien que haya atravesado ese camino antes que tú y que te pueda ahorrar meses de aprendizaje (o ahorrarte años si es que eliges mi programa de coaching).
Este es el segundo y último nivel.
Y como siempre, recuerda que eres una persona increíble y que te veré en el siguiente artículo. Chau.
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Matías Yabar-Dávila
Empresario, Coach De Vida y De Alto Rendimiento
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