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¿Cómo Hacer que los Demás te Escuchen?

Newsletter de Coaching

¿Cómo hacer para que los demás te escuchen siempre que hables?


Esto es una habilidad, así que déjame mostrarte en 3 pasos cómo mejorar tu capacidad para hacerte escuchar. Estos pasos definitivamente te van a ayudar a convertirte en una persona con más influencia y autoridad.


Sobre todo, si quieres llevarlo al campo profesional o si trabajas con equipos de personas y colegas con los que necesitas transmitir un mensaje y que este llegue a ellos. Así que toma nota si estás buscando este tipo de resultados.


Cómo Hacer para que los Demás te Escuchen


1. Para ser escuchado primero debes escuchar a los demás


El primero de ellos es uno de los más importantes y efectivos que hay allá afuera y quizá, es una manera contra intuitiva de ver este acercamiento, y corresponde a dejar que las personas hablen primero antes de que estas te puedan escuchar a ti.


Esto significa que, si no las dejas que vacíen el contenido de su mente, siempre estarán pensando en lo siguiente que tienen que decir para responder a lo que estás diciendo.


Para asegurarte que esto no ocurra solo tienes que ser un poco paciente. Velo como un vaso con agua que necesita vaciarse antes de que estas personas necesiten escucharte. Este vaso con agua es el contenido que tienen en sus mentes. Y las personas que tienen preocupaciones, puntos de vista, opiniones, que tienen algo que decir, siempre lo tendrán en su cabeza mientras te escuchan y quizá, nunca te escucharan al cien por ciento, así quieras que toda su atención esté enfocada en lo que tienes que decir.



Así que, para ser escuchado primero tienes que escuchar tu primero. Es práctica: escuchar es un acto activo antes que pasivo. Definitivamente, requiere que tengas muchos intentos antes de dominar esta habilidad, pero con el tiempo será cada vez más fácil.


Entonces, para asegurarte que las personas hayan terminado de decir lo que tenían que decir, lo único que tienes que hacer es contar de 2 a 3 segundos luego de que hayan terminado de hablar para asegurarte que ese sea el caso. Cuando lo haces, realmente dejarás de interferir con la idea de la otra persona, no la cortarás como usualmente ocurre. Recuerda que cuando cortamos a otra persona, está siempre se quedará insatisfecha. No terminar una idea trae malas emociones y un sentimiento de incomodidad. No hagas eso.


Entonces escucha, es una práctica continua.


2. Ten en cuenta tu lenguaje corporal


Recuerda que el lenguaje corporal juega un rol muy importante para ser escuchado. El que usualmente recomiendo es el lenguaje corporal de autoridad, en el cual te sientes cómodo contigo mismo: eres expansivo con tus movimientos, pero a la vez estos son lentos y, cuando hablas, lo haces con un tono de voz lo suficientemente alto para dejarte escuchar sin que las personas malinterpreten lo que quisiste decir por qué no te escucharon bien.


Cuando hablas claro y fuerte, las personas entienden lo que dices, Por el contrario, cuando las personas no son claras, cuando bajan mucho la voz, hacen todo lo contrario a mostrar autoridad y eso es lo último que quieres hacer.


Esto también incluye el contacto visual; importantísimo cuando estás intentando transmitir una idea. Usa tu contacto visual cuando hablas y cuando escuchas. Puedes reducir ligeramente el contacto visual cuando estás hablando, pero intensifícalo aún más cuando estás escuchando.



Es más, mi recomendación es que intentes quedarte pegado a cada palabra que la otra persona dice: como si fuera lo más importante del mundo que te está contando en ese momento. Eso le entregará una sensación de satisfacción y exclusividad.


Las personas son adictas a ese sentimiento, y créeme que cuando hagas que se sientan de esa manera, lo más probable es que te recompensen con lo mismo. Se sentirán tan bien que sentirán la necesidad de devolverte el favor, ese nivel de atención o, por lo menos, lo intentarán. Así que quédate pegado a cada palabra.


Ahora, no solamente es valioso escuchar, sino también mostrar que estás escuchando, que estás prestando atención. Muchas personas dicen: “Yo puedo estar haciendo otras cosas o distrayéndome con algo, pero estoy escuchando”.


No es suficiente. Las personas necesitan evidencia de que estás escuchando. Es un mundo de apariencias y te juzgan por lo que ven. Por eso, si quieres tener el efecto de ser escuchado, primero tienes que mostrar esto en tu lenguaje corporal.

Así que lenguaje corporal de autoridad y contacto visual. Ambos son importantes.



3. Presta atención a tu estilo lingüístico


Seguimos con el último punto, que tiene que ver con lo que dices y cómo lo dices. Esto también es fundamental, y vamos a usar el truco más útil de los oradores y todos aquellos acostumbrados a hablar a un público, el cual es adaptarse a la audiencia a la que se dirigen.


Con esto me refiero a que no debes dejar las cosas al azar, sino ser estratégico. Mientras sea posible, informarte acerca de las personas con quienes vas a hablar: un poquito de historial, de background, ¿De dónde vienen? ¿Quiénes son? Esto mejorará enormemente tu estrategia de comunicación.


¿A qué me refiero? Supongamos que sabes que vas a exponer, conversar o dialogar con un conjunto de personas que tienen un nivel de educación básica más no universitaria o superior como quizá tú la tengas. Entonces hablar con terminologías muy complejas o utilizar palabras un poco rebuscadas muy probablemente no te ayudará a conectar con esa audiencia.


Quizá no entiendan muchas de estas palabras a las que tú estás acostumbrado y les será difícil identificarse contigo. Esta palabra es importante: identificación.

Cuando las personas se sienten más identificadas contigo, más escuchan. Porque es más fácil dejarnos influenciar por personas que nos caen bien y con quienes nos sentimos cómodos que con esos extraños con los cuales no nos sentimos en la misma página.



Entonces trata de buscar la identificación. Una forma de conseguir esto se da a través del uso apropiado de las palabras. Pero esto también incluye el modo en cómo te comunicas y dices las cosas. Si estás hablando con una audiencia enérgica, entonces también asume ese mismo tipo de energía. Si estás hablando con una audiencia más callada, más tímida, entonces harías bien en asumir ese mismo estilo de energía para que no rompas o irrumpas con esa frecuencia, con ese contexto.


Las personas tienen que sentirse cómodas. Ese es el primer paso y es una de las reglas del carisma. Las personas tienen que sentirse cómodas contigo. Simplifica tu lenguaje en general. Si quizá estás hablando con una audiencia universitaria que usa jergas específicas de su profesión, intenta buscar términos comunes, palabras que suelen usar en su área o en su campo. Esto te acercará más a ellas: sentirán que eres uno de ellos y te darán la bienvenida a un grupo que quizá es más exclusivo.


Así que intenta hacer tu investigación para que puedas tener mejores probabilidades de éxito en tu comunicación e influencia con las demás personas. Para conseguirlo: simplificación, no vayas tan rápido cuando hablas, habla un poco más alto para hacerte escuchar y tómate tu tiempo.



Muy importante: no dejes que las personas te interrumpan cuando tú hablas (a menos que estés en una sesión de preguntas y respuestas). Fuera de eso, termina tu idea. Tienes que enseñarles a los demás cómo es que deben interactuar, como es que deben comunicarse cuando están contigo.


Esas reglas las estableces de manera sutil cuando continúas conversando sin que dejes que te interrumpan: las personas empezarán a escuchar y adaptarse poco a poco a tu manera de comunicar.


Así que sigue estos 3 pasos. Primero, deja que las personas vacíen el contenido de su mente: escúchalas antes de dejarte escuchar. Segundo, un lenguaje corporal de autoridad es el que mejores resultados da: esencial el contacto visual. Por último, date cuenta del lenguaje que empleas: los términos, la velocidad en la que hablas y las pausas.


Tomate tu tiempo y disfruta de la conversación. Respira (importantísimo) y verás que los resultados que obtendrás ni bien pongas en práctica estas sugerencias.


Y como siempre recuerda que eres una persona increíble y que te veré en el próximo artículo. Chau.


 

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Eres increíble,


Matías Yabar-Dávila


Empresario, Coach De Vida y De Alto Rendimiento


 

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