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Cómo Hablar con Alguien que está a la Defensiva

Actualizado: 26 sept 2023

Newsletter de coaching


Si queremos aprender a lidiar con desacuerdos o conflictos, debemos ser buenos en hacer que las personas dejen de estar a la defensiva.


Cuando alguien se pone a la defensiva, tiende a bloquear cualquier posibilidad de encontrar un punto en común o una solución beneficiosa para todos.


Por eso, en este blog te enseñare una formula sencilla para hacer que alguien deje de estar a la defensiva cuando hablamos de temas delicados.


En cada desacuerdo o conflicto, corremos el riesgo de que una o ambas partes se pongan a la defensiva u ofendidas, incluso cuando lo que se está diciendo no estaba destinado a atacar o criticar. Y cuando eso sucede, suele ser muy difícil tener una conversación abierta y enfocada en encontrar soluciones. A menos que sepamos cómo solucionarlo.


En mi curso "Socialmente Increíble", comparto varias técnicas que nos ayudan a reducir la probabilidad de que esto ocurra en primer lugar. Pero a veces podemos cometer un error. Inlcuso podemos hacer todo correctamente y aún así obtener estas reacciones de otras personas.


Afortunadamente, hay una manera de lidiar con eso. Una forma que no solo nos ayudará a disipar o reducir esa defensividad, sino que también llevará la conversación en una dirección mucho más productiva.


Antes de compartir esa técnica, sin embargo, debemos tomarnos un momento para hablar sobre por qué las personas tienden a ponerse a la defensiva. Para que la técnica tenga sentido completo.


¿Por qué las personas se ponen a la defensiva?


La razón principal por la que las personas se ponen a la defensiva u ofendidas es porque se sienten atacadas. Sienten que las palabras las critican directa o indirectamente y que la persona que lo dice las ve de manera negativa. Y muy a menudo sentirán que la otra persona no les gusta en absoluto, incluso cuando el problema no es tan grande.


Dado que a nosotros generalmente no nos gusta que nos critiquen o hagan daño, la reacción común es enfrentarla, intentar evitarla negándonos a continuar la conversación, o tratar de convencer a la otra persona de que están equivocados. Por lo general, mediante una desacuerdo agresivo, o al menos tajante.


En otras palabras, nos ponemos a la defensiva.


Y cuando lo hacemos, dejamos de escuchar, nos bloqueamos y dejamos de ser objetivos. Esto hace que se vuelve muy improbable que admitamos que pueda haber algo de cierto en lo que la otra persona está diciendo.


Y ya sea que estemos equivocados o no, estas cosas dificultarán mucho encontrar punto en común y compromisos.


Así que cuando las personas se ponen a la defensiva, debemos hacer algo que les muestre dos cosas.

  • Que, aunque podamos tener este desacuerdo con ellos, aún los apreciamos, nos agradan o, al menos, los respetamos como personas.

  • Que no estamos tratando de convertirlos en los villanos.


¿Cómo evitamos que las personas se pongan a la defensiva?


La forma más sencilla de hacerlo es expresar directamente que no estamos haciendo lo que ellos piensan que estamos haciendo. Lo cual es atacar, criticar o tratar de desvalorizarlos como personas.


Sin embargo, debemos tener cuidado de no hablar sobre lo que pensamos que ellos están pensando o sintiendo. Porque si lo hacemos cuando están a la defensiva, generalmente solo empeoraremos las cosas.


A las personas generalmente no les gusta mucho cuando nosotros les decimos como se sienten. Al menos si creemos que sus pensamientos o intenciones eran negativos.


En cambio, les gusta cuando se dan cuenta de que nuestra suposición los hace ver bien.


En otras palabras, si le dices a tu amigo que sabes que hizo lo que hizo para hacerte daño, se pondrá a la defensiva, se ofenderá, se sentirá herido o algo similar. Pero, si le dices que estás seguro de que hizo lo que hizo porque intentaba ayudar (o algo igual de positivo), se pondrá menos a la defensiva u ofendido. Incluso cuando lo que hizo condujo a un mal resultado.


Veamos un ejemplo de cómo podemos usar esta técnica para hacer que alguien deje de estar a la defensiva.


Un ejemplo de cómo reducir la defensividad.


Digamos que María está molesta con su amigo Jorge porque dijo algo a su novio que lo molestó.


Si María dice algo que haga entrever que Jorge quería lastimarla o molestar a su novio, Jorge muy probablemente se pondrá a la defensiva.


Él no quiere que María lo vea como una mala persona. Y podría ponerse triste, ofendido o enojado si cree que así es como ella lo ve.


Lo mejor que puede hacer María es expresar verbalmente que tiene la suposición de que Jorge no quería crear el problema, incluso si no sabe exactamente cual fue su intención realmente.


Al decir que cree que Jorge no estaba tratando de crear un problema, sino que las cosas simplemente salieron mal, puede aliviar su sensación de estar siendo atacado, juzgado u ofendido.


Y puede decir esto de muchas maneras, dependiendo de la situación. Por ejemplo, "Estoy segura de que solo estabas tratando de hacer una broma". O, "Sé que estabas tratando de ayudar". O, si no sabe cuál pudo haber sido su intención positiva, incluso puede decir: "Estoy segura de que tenías una intención positiva. Porque sé que no harías nada a propósito para causar un problema".


También puede darle un cumplido a Jorge. Algo que encaje en su historia. Que le muestre que, aunque esté molesta por esta cosa en particular, aún valora a su amigo.


Una vez que haya hecho esto, puede pasar a la etapa de resolución de problemas. Podría decir algo como: "Mira, estoy segura de que tus intenciones eran buenas y que las cosas simplemente no salieron como planeabas. Entonces, ¿puedes decirme qué fue exactamente lo que sucedió?" O, "Estoy segura de que no querías molestar a mi novio y que hubo un malentendido, pero ahora que ha sucedido, ¿cómo podemos solucionar la situación?"


Por supuesto que la solución dependerá de la situación específica, pero el concepto general es el mismo: Cuando notes que alguien parece estar a la defensiva, piensa en el concepto negativo que esa persona siente que tienes sobre él o ella y contrarresta eso diciendo algo positivo sobre sus intenciones. Luego, pasa a preguntarles si quiere compartir su experiencia de la situación contigo o si tiene alguna idea para solucionar las cosas.


Esto, en otras palabras, se llama comunicación asertiva. Y es algo que discuto directamente en el segundo y cuarto módulo de mi curso: Socialmente Increíble. Si quieres aprender más de esto y convertirte en una persona más carismática, influyente y confiada, dale clic aquí o a la imagen debajo.


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